Cómo afilar el cuchillo jamonero

Una vez escogido el cuchillo ideal que se adapte a nuestras necesidades y preferencias, debemos saber que esta herramienta debe de estar siempre perfectamente afilada para que cumpla su función, por lo que a continuación veremos cómo afilar el cuchillo jamonero.

El método tradicional de afilado del cuchillo es mediante el uso de la chaira, acero o eslabón. Se trata de una especie de lija alargada con la que se frota el filo del cuchillo para afilarlo. Normalmente, la chaira se coloca de forma inclinada, con un ángulo que oscila entre los 12 y los 22 grados aproximadamente, teniendo siempre el filo hacia fuera. Este ángulo dependerá del tipo de cuchillo a afilar.

Después se entrecruzan el cuchillo y la chaira con movimientos suaves y lentos, prestando atención en hacerlo por ambas caras del filo. Para garantizar un afilado correcto, se recomienda apoyar el extremo de la chaira sobre una tabla de cortar y arrastrar el cuchillo sobre la chaira como si cortásemos lonchas, comenzando con una presión más fuerte para irla suavizando a medida que se afila el cuchillo. Según algunos expertos, la chaira no afila realmente el cuchillo, sino que asienta su filo.

También se pueden afilar con unas piedras especiales que cuentan con dos caras: una que sirve para afilar el cuchillo y otra para conseguir que el filo sea homogéneo. Las hay de muchos tipos y normalmente han de ponerse en remojo antes de su uso.

Hoy en día existen en el mercado afiladores eléctricos o “automáticos” que poseen ranuras con diferentes ángulos, dependiendo del tipo de cuchillo a afilar. Solamente hay que prestar atención a las indicaciones del fabricante y sin mucho esfuerzo tendremos nuestros cuchillos listos para la faena.

Cuando hayamos afilado el cuchillo, es muy importante limpiarlo perfectamente, eliminando cualquier posible viruta o resto que haya dejado el proceso antes de comenzar a cortar jamón o antes de guardarlo. Pero esto lo dejaremos para el próximo artículo.