La tradición de La Alberca
Gran parte del encanto de La Alberca reside en haber sabido mantener su arquitectura tradicional, de hecho fue el primer pueblo español en convertirse en Monumento Histórico-Artístico, allá en 1940. Esto le ha permitido conservar las construcciones típicas y estructuras de sus calles, pero sin entorpecer el paso del tiempo y el acceso a las comodidades modernas de sus habitantes.
Aunque ya hace casi 75 años de tal prestigiosa distinción, para muchos el aspecto de este bello municipio salmantino prácticamente no ha variado. Sin embargo, siempre hay cosas que inevitablemente cambian con el tiempo.
La cadena de televisión Radio Televisión Española emitió en el año 1968 un documental sobre el pueblo, que ofrece un amplio y curioso recorrido por la tradición en La Alberca de aquel entonces, en el que sí podemos percibir grandes diferencias con lo que es hoy en día el municipio.
A través del vídeo, de casi 30 minutos de duración, se ofrece una visión de la época, partiendo por la Historia de la Sierra de Francia, pasando por la celebración de un bautizo en la Ermita de San Blas (con las gentes ataviadas con los trajes típicos serranos, las creencias y supersticiones), las labores del campo y canciones de cuna de la época.
No faltan las imágenes de las típicas calles empedradas por las que pasaba la moza de ánimas con su campana, lanzando al viento sus oraciones, siempre acompañada por las señoras enlutadas, e incluso se recuerda cómo eran los entierros de entonces, con su misa celebrada en latín.
Pero también queda espacio para los anuncios y celebraciones de boda o casorio, con sus típicas procesiones desfilando hasta la iglesia en riguroso orden de sangre y los regalos de los invitados, mejor conocidos como cuartillas por el recipiente donde les llevaban las ofrendas, el ajuar y los preciosos baúles de nogal tallado donde éste se guardaba.
La tradición en La Alberca pasa obligatoriamente por la fiesta del 15 de agosto, dedicada a la Virgen de la Asunción, en la que las gentes disfrutaban de la procesión de la virgen, el ofertorio, los mayordomos y mayordomas, el tamborilero, los bailes típicos, la entretenida representación de la loa y la famosa novillada.
En el documental, también nos adentran en las cocinas de entonces, con su curiosa distribución sin chimenea, que permitía curar al humo los embutidos y secar las castañas. Y es esa tradición en La Alberca, la del buen embutido, la que hoy día se mantiene y toma más fuerza con el paso del tiempo. Una tradición que le invitamos a disfrutar en El Museo del Jamón, enclavado en pleno centro del precioso pueblo de La Alberca.
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