Julián Becerro, fundador de Jamones Julián Becerro
Se acercan fechas en las que recordamos con mayor intensidad a los seres queridos que ya no están entre nosotros. Por ello, en Espacio del Jamón hemos querido rendir un pequeño homenaje a Julián Becerro, nuestro padre y fundador de “Jamones Julián Becerro”, recordando un pequeño reportaje que apareció en febrero de 2005 en “La Crónica de la Sierra de Francia”.
El artículo recuerda los tiempos en que nuestro padre Julián Becerro era presidente y uno de los fundadores de la “Sociedad Cooperativa Chacinera Albercana Nuestra Señora de la Asunción”. La sociedad, creada en el año 1957 estuvo en su día formada por 40 socios, aprovechando el auge del sector cárnico y la chacinería.
A pesar de los humildes orígenes de la asociación, consiguieron al año siguiente inaugurar unas instalaciones punteras en su día, que permitían a los socios tener sus propios productos, que posteriormente venderían en sus tiendas. Gracias a la cooperativa, se modernizó todo el proceso de la producción: desde el momento del sacrificio del animal, que pasó de ser en las casas de cada socio a un matadero adecuado y preparado, hasta la elaboración propiamente dicha de los productos, que se mecanizó facilitando, agilizando e higienizando la tarea.
Recuerda también que cuando se fundó contaba con 36 socios, de los que pocos años después se quedaron en la mitad, reduciéndose a los miembros que realmente pertenecían al gremio. Posteriormente, en 2005 disponía solamente de nueve socios: aquellos que realmente tenían la tradición chacinera en sus familias y se habían criado en este mundo.
Cuando se publicaba el artículo, la producción tenía una única clasificación de calidad y se distribuía con orgullo en diferentes provincias y comunidades, como Madrid, Valladolid, Santander, Málaga o Barcelona. Por aquel entonces, sus socios estaban luchando por conseguir los permisos para poder exportar sus productos hasta Estados Unidos, una expansión que es hoy un hecho.
Hoy en día y gracias a los esfuerzos de esta cooperativa y de sus miembros, la marca del jamón y de las chacinas de Guijuelo han llegado prácticamente a todo el planeta, expandiendo su sello de calidad y buen hacer. Sin duda, en Julián Becerro tomamos con orgullo el relevo del legado que nos dejó nuestro padre.
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