Nuestra preciosa localidad, La Alberca, ha sido escenario de diversas producciones cinematográficas. Hoy, en el blog de Espacio del Jamón, os hablamos sobre la participación de La Alberca en el cine. Sin lugar a dudas, el lugar perfecto para los rodajes.

La Alberca en el cine

La Alberca ha sido el escenario de varias producciones cinematográficas que han sabido capturar su esencia y encanto. Desde documentales hasta largometrajes, ha sido el telón de fondo de historias que han destacado su arquitectura serrana, sus calles empedradas y su entorno natural, convirtiéndola en un lugar emblemático en la gran pantalla.

Buen ejemplo de ello fue el rodaje de Las Hurdes, tierra sin pan, dirigida por Luis Buñuel en 1932. Ocho años más tarde, en 1940, se grabó el documental Castilla y entre 1945 y 1946, La pródiga, de Rafael Gil.

Esta primera grabación daría paso unos años más tarde a un clásico, El Lazarillo de Tormes, filmada en 1950. Se trata de una adaptación cinematográfica que transporta al espectador a la Salamanca del Siglo de Oro. Ese mismo año, se rodaría Sangre en Castilla.

Pocos años después, en 1955, se grabaría la eterna película de Marcelino pan y vino.

Ya en 1962, se grabó El valle de las espadas (The Castilian), mientras que en 1965, llegaría España insólita. En 1968, se grabó La Alberca, vida y muerte de Pío Caro Baroja.

En la década de los 70, destacó la grabación de La guerrilla, de 1972.

Entre los 80 y los 90, La Alberca fue el escenario de El gran secreto, de 1980, escenas de Los alegres pícaros, de 1987 y La marrana, de José Luis Cuerda, en 1992. También, en 1984, se grabaron escenas de Teresa de Jesús en el pueblo.

Más recientemente, en 2009, Te llevaré al fin del mundo se grabaría en nuestras calles.

Seguramente nos dejemos muchas grabaciones en el tintero, pues la belleza de La Alberca la convierte en un lugar mágico para todo tipo de cortometrajes y largometrajes.

Disfrutar de La Alberca con Espacio del Jamón

Conocer en primera persona todas las localizaciones de La Alberca en el cine, merece mucho la pena.

Y, para reponer fuerzas y disfrutar de la gastronomía regional, en nuestro museo de Espacio del Jamón, contamos con excelentes jamones y embutidos de la zona, en pleno centro de La Alberca.

El broche perfecto de cualquier visita.