El origen de la tapa del jamón

Las tapas son sin duda una de las señas de identidad de la gastronomía española. Pero, ¿de dónde viene el término de tapa? En Espacio del Jamón os explicamos las diferentes teorías sobre el origen de la tapa de jamón.

El tapeo es una costumbre extendida por toda nuestra geografía y se ha convertido en un plato típico que se puede encontrar en los diferentes restaurantes españoles por el mundo.  No es de extrañar que la tapa de jamón ibérico sea una de las más solicitadas.

Según la Real Academia de la Lengua Española, una tapa es una “pequeña porción de algún alimento que se sirve como acompañamiento de una bebida”. El origen del término tapa no está claro, ya que existen varias teorías sobre cómo surgió la costumbre.

Una de las hipótesis nos traslada a la época de Alfonso X El Sabio, quien supuestamente por prescripción médica debía tomar pequeños sorbos de vino a lo largo del día y para mitigar los efectos del alcohol, las consumía con pequeñas porciones de alimento. Una vez que se recuperó, ordenó a todos los mesones de Castilla que sirviesen comida junto al vino, para “tapar” los efectos nocivos del alcohol. También hay que pensar en que las medidas higiénicas de la época no eran las óptimas, por lo que tapando las copas de vino con una loncha de jamón o una rebanada de pan se evitaba que la bebida se llenase de polvo o de bichos.

No puede faltar la historia que implica a los Reyes Católicos, en la que Fernando II de Aragón viajando hacia Andalucía decidió hacer un alto en una taberna que encontraron por el camino. Se dice que el establecimiento estaba lleno de moscas y bichos y cuando el rey pidió su bebida, el tabernero colocó una loncha de jamón sobre su copa para evitar que entrasen los insectos, espetando una frase “aquí tiene su tapa, majestad”.

Existe una teoría más reciente que cuenta que Alfonso XIII en un viaje que realizó por Andalucía allá paró en una venta a descansar y reponer fuerzas. Cuando el monarca estaba tomando la copa de vino una repentina ventolera levantó muchísimo polvo en el ambiente. Entonces, el mesonero tapó la copa del rey con una loncha de jamón para protegerla del polvo. Alfonso XIII apreció el gesto del mesonero y pidió una segunda copa de vino, pero también con tapa. De allí se generaría la costumbre del tapeo en Andalucía.

Pero no solo se atribuye el origen de la tapa de jamón a las casas reales, puesto que hay numerosas historias populares que cuentan cómo los campesinos acompañaban los tragos de vino con pequeñas porciones de comida durante su trabajo en el campo, protegiendo así sus vasos del polvo e insectos del entorno.

Seguramente existan muchas más teorías sobre el origen de las tapas, pero sea como fuere está claro que la tapa de jamón es ya una tradición española que ha traspasado fronteras. Desde Espacio del Jamón os animamos a que os convirtáis en expertos cortadores de jamón con nuestros cursos y talleres, así como con nuestras visitas con degustación para que disfrutéis del mejor jamón ibérico.