Precauciones en el jamón cuando llega el calor

Estamos en primavera, y como dice el refrán español “la primavera la sangre altera”. Pero no solamente altera la sangre, sino que también puede alterar nuestro jamón con la llegada del calor.

Como bien sabéis, el jamón hay que conservarlo en una zona fresca y seca, lejos de fuentes de calor y donde no reciba la luz solar directa. El problema viene cuando llega el calor, puesto que es más complicado mantenerlo a una temperatura adecuada.

Además de tomar las debidas precauciones sobre su lugar de conservación, hay que tener en cuenta el momento del corte de jamón cuando hace calor. Si cortamos nuestro jamón en una zona con la temperatura demasiado alta o con la incidencia del sol, podemos echarlo a perder.

El buen jamón ibérico se caracteriza por la deliciosa grasa infiltrada de sus músculos, que le aporta una gran jugosidad y un sabor único. Al cortarlo lo ideal es obtener lonchas finas y de un tamaño no demasiado grande para que entren de un solo bocado y prácticamente se deshagan en la boca del comensal.

Aquí está la problemática del calor: queremos que la grasa se deshaga en la boca y no antes de comer la loncha.  Por eso, desde Espacio del Jamón os recomendamos que toméis las debidas precauciones cuando el calor aprieta para no alterar las maravillosas propiedades del jamón ibérico y así disfrutarlo en toda su plenitud.

Recordad buscar la sombra y un lugar lo más fresco posible para que la experiencia con el jamón sea lo más placentera posible. Aquí podéis ver dudas resueltas y otros consejos  para conservar mejor vuestro jamón.