La Alberca tiene la capacidad de asombrar al visitante. Ya no solo por su precioso casco histórico con sus callejuelas medievales y sus balcones decorados, sino también por la cantidad de atractivos culturales que presenta. Entre ellos, sus diferentes ermitas. Hoy desde Espacio del Jamón nos centramos en las ruinas de la Ermita de San Marcos, que bien merecen una visita.
Descubriendo las ruinas de la Ermita de San Marcos
Las ruinas de la Ermita de San Marcos hablan de una gran edificación, su glorioso pasado y de la historia de nuestra región.
Aunque hoy en día solo quedan restos de lo que fue en su día un templo religioso de gran importancia, estas ruinas siguen siendo un lugar de gran valor histórico y turístico.
La construcción de la ermita se data en el siglo XVIII, más concretamente en el año 1703. Durante años, el templo fue un importante centro de culto y lugar de encuentro para la comunidad religiosa local.
Sin embargo, durante la Guerra Civil española la ermita sufrió daños importantes, siendo utilizada como almacén de trigo y posteriormente como cuartel.
A pesar de los esfuerzos por mantenerla en pie, la ermita terminó por derrumbarse, dejando solo unas ruinas que hoy en día son un testimonio de su tiempos pasados.
No obstante, estas ruinas siguen siendo un lugar de gran interés para los visitantes de La Alberca. Los restos de la nave central y de las capillas laterales, así como los arcos y muros que aún se mantienen en pie, son un reflejo de la arquitectura de la época y de la importancia que tuvo esta ermita en su momento.
Los alrededores de la ermita
La zona que rodea las ruinas de la Ermita de San Marcos presenta una gran belleza natural. Éstas se encuentran en una colina, rodeada de naturaleza y con unas vistas espectaculares de la localidad y la región circundante. De hecho, es un lugar ideal para los amantes de la fotografía y de la historia.
No muy lejos de allí, se encuentra la Laguna de San Marcos, que merece la pena conocer en otoño.
Como curiosidad, las ruinas de la Ermita de San Marcos forma parte de la Ruta del Camino de las Raíces. De hecho, dentro de ella es posible contemplar la escultura «asteroide S 09 2010», de Fernando Casás. Una obra que sorprende y maravilla a quien de repente la descubre entre los muros de la ermita.
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